En 1998 el sello EMI sacó un extraño tributo a nuestros queridos Kraftwerk con una visión muy diferente a la frialdad alemana. El toque nipón está presente pero con algo más de sentido de humor y, quizá, un concepto más pop del grupo, algo que puede molestar un poco a los amantes de lo germánico.
Curioso lo es, desde luego, pero no pasa de pura anécdota.
Destacar versiones como la de Buffalo Daughter o la de mi amado Takkyu Ishino en contraposición a rarezas como las de Met banana o la de Hikashu.
También intervienen: Satoru Wono, Teruo Nakano, Kimikata Matsumae, Hajime Fukuma, etc...
Para pasar el rato comiendo wan tung frito. Leer más...
No hay comentarios:
Publicar un comentario