Lo admito, me dejé llevar por la preciosa portada que me enamoró automáticamente. La segunda parte fue cuando escuché el contenido y me pareció refrescante, lounge y sedoso aunque no esperes etheral music ni chill out ni nada por el estilo. Lo podíamos definir como synthpop instrumental, retrowave o chillwave.
El francés Julien Pannetier, más conocido como VIQ, aporta una nueva dirección al panorama de la música electrónica e indie. A través de 11 canciones nos sumerge en esos momentos de disfrutar de un viaje, un descanso en la piscina o un atardecer en el mar.
Para nada aburrido nos encontramos con un trabajo instrumental muy agradable que merece una oportunidad y es de esos trabajos que disfrutas poniéndolos en una reunión de amigos, un momento de desconexión o, simplemente, cuando te pilla con ganas de algo "digestivo" que te desconecte de lo que habitualmente escuchas.
Dale una oportunidad y escúchalo sin prisa. Es adictivo.
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